Nota 11
Notas de Ella Boudreaux Mayo tomadas de
CARTHUSIAN SPIRITUALITY: The writings of Hugh of Balma & Guigo De Ponte
[ESPIRITUALIDAD CARTUJA: Los escritos de Hugo de Balma y Guigo De Ponte]
Hugo de Balma fue un teólogo Franciscano y confesor de Santa Colette. Guigo de Ponte fue
un escritor espiritual Francés cuyos pensamientos influenciaron los escritos espirituales
Católicos de la edad moderna temprana, mediante Ludolph de Saxony e Ignacio de Loyola.
Traducción al inglés e introducción por Dennis D. Martin, Ph.D. Martin es Profesor Asociado
de Teología en la Universidad Loyola. Fue un erudito Fulbright en la Universidad de
Tübingen, Alemania. El foco de su investigación es la historia y espiritualidad monástica
medieval, con interés en la Reforma y el Catolicismo contemporáneo.
Afectos
Notas de Ella Boudreaux Mayo tomadas de
CARTHUSIAN SPIRITUALITY: The writings of Hugh of Balma & Guigo De Ponte
[ESPIRITUALIDAD CARTUJA: Los escritos de Hugo de Balma y Guigo De Ponte]
Hugo de Balma fue un teólogo Franciscano y confesor de Santa Colette. Guigo de Ponte fue
un escritor espiritual Francés cuyos pensamientos influenciaron los escritos espirituales
Católicos de la edad moderna temprana, mediante Ludolph de Saxony e Ignacio de Loyola.
Traducción al inglés e introducción por Dennis D. Martin, Ph.D. Martin es Profesor Asociado
de Teología en la Universidad Loyola. Fue un erudito Fulbright en la Universidad de
Tübingen, Alemania. El foco de su investigación es la historia y espiritualidad monástica
medieval, con interés en la Reforma y el Catolicismo contemporáneo.
Afectos
El autor nos dice que a Dios se le busca con el pensamiento intelectual y se llega a Dios con los afectos. Por lo tanto, es muy importante entender como obtener estos afectos. Solo el amor puede hacer que el alma se acerque a Dios. Cuanto más ardientemente ama el alma, más cerca llega a la fuente de luz. Y cuanto más se acerca a esta luz el alma, tanto más ilumina su intelecto la fuente de luz. Por lo tanto, debemos amar a Dios ardientemente con nuestro espíritu humano, lo cual es difícil de hacer a menos que nos encontremos en una prueba prolongada y dolorosa. También nos dice que el Padre eterno abre su Sabiduría para sus hijos que están ansiosos por consolación.
El autor nos dice que hay dos maneras de obtener ardor de Dios. La primera es amando a Dios por medio de la meditación, esto es, mediante el razonamiento sobre Dios, sus criaturas, el mundo y la naturaleza. Debemos primero reflexionar en Dios para movernos a deleitarnos en El. Toda meditación debiera terminar en un anhelo del afecto, porque la mayor potencia del espíritu humano es capaz de unirse directamente con el Espíritu Santo mediante el anhelo del amor afectivo. Nos dice que el reflexionar de esta manera, deja cierto hábito en el intelecto; entonces Dios es más propenso a iluminar el espíritu humano y elevarlo a una contemplación mucho más clara de las cosas divinas.
La segunda manera de obtener ardor de Dios sucede cuando Dios mismo infunde Su amor al alma. Esto se llama contemplación infusa, sabiduría o teología mística. Dios atrae al alma fiel a Sí mismo. Pseudo-Dionisio, un místico de la Iglesia primitiva define la Sabiduría como ignorancia, ya que nada se ve o se escucha; hay solamente una experiencia que está más allá de las palabras humanas o cualquier explicación, y es una unión que está por sobre el espíritu humano. Cuando esto sucede, nos dice el autor, debemos detener todo pensamiento; el Espíritu Santo atrae hacia lo alto las afecciones humanas por medio de este anhelo.
El autor nos dice que hay dos maneras de obtener ardor de Dios. La primera es amando a Dios por medio de la meditación, esto es, mediante el razonamiento sobre Dios, sus criaturas, el mundo y la naturaleza. Debemos primero reflexionar en Dios para movernos a deleitarnos en El. Toda meditación debiera terminar en un anhelo del afecto, porque la mayor potencia del espíritu humano es capaz de unirse directamente con el Espíritu Santo mediante el anhelo del amor afectivo. Nos dice que el reflexionar de esta manera, deja cierto hábito en el intelecto; entonces Dios es más propenso a iluminar el espíritu humano y elevarlo a una contemplación mucho más clara de las cosas divinas.
La segunda manera de obtener ardor de Dios sucede cuando Dios mismo infunde Su amor al alma. Esto se llama contemplación infusa, sabiduría o teología mística. Dios atrae al alma fiel a Sí mismo. Pseudo-Dionisio, un místico de la Iglesia primitiva define la Sabiduría como ignorancia, ya que nada se ve o se escucha; hay solamente una experiencia que está más allá de las palabras humanas o cualquier explicación, y es una unión que está por sobre el espíritu humano. Cuando esto sucede, nos dice el autor, debemos detener todo pensamiento; el Espíritu Santo atrae hacia lo alto las afecciones humanas por medio de este anhelo.
Derechos de Autor, Copyright © 2015 & 2016
Balma, Hugh of & Ponte, Guigo De, Carthusian Spirituality [Espiritualidad Cartuja]. Traducido e introducido por Dennis D. Martin, Ph.D. Jefe de Redacción Bernard Mc Ginn, S.T.L., Ph.D. Mahwah, New Jersey: Paulist Press, 1996.