Nota 114
Notas de Ella Boudreaux Mayo tomadas de
THE PRACTICE OF CHRISTIAN AND RELIGIOUS PERFECTION
[LA PRÁTICA DE LA PERFECCIÓN CRISTIANA Y RELIGIOSA]
Por V. F. Alfonso Rodríguez, S.J.
La obra de este Padre (que no debe confundirse con San Alfonso Rodríguez)
se basa en material recopilado para sus exhortaciones a sus hermanos y
publicado a petición de sus superiores. Traducido por Sir Jon Warner, S.J.,
de la edición francesa de Regnier des Marais, no del español original.
Vivir en el Pasado
Notas de Ella Boudreaux Mayo tomadas de
THE PRACTICE OF CHRISTIAN AND RELIGIOUS PERFECTION
[LA PRÁTICA DE LA PERFECCIÓN CRISTIANA Y RELIGIOSA]
Por V. F. Alfonso Rodríguez, S.J.
La obra de este Padre (que no debe confundirse con San Alfonso Rodríguez)
se basa en material recopilado para sus exhortaciones a sus hermanos y
publicado a petición de sus superiores. Traducido por Sir Jon Warner, S.J.,
de la edición francesa de Regnier des Marais, no del español original.
Vivir en el Pasado
El Padre Alfonso Rodríguez nació en España y se hizo Jesuita a la edad de diez y nueve años. Adquirió una gran reputación por sus virtudes y sublime perfección y llegó a ser el Padre Espiritual del Colegio de Córdova. Murió en 1616 a la edad de noventa años.
El Padre Rodríguez cita a San Basilio quien dice que la santidad consiste en dos cosas: en creer que Dios es la causa de todo lo que sucede y en hacer la santísima voluntad de Dios. El Padre Rodríguez dice que nos abandonamos a la santa voluntad de Dios cuando tenemos mortificación perfecta de nuestras pasiones: temor, dolor, esperanza y gozo, y cuando hemos mortificado nuestros sentidos (el ver, oír, gustar, oler y tocar). Cuanto más perfectamente hacemos esto, tanto más unimos nuestra voluntad a la voluntad de Dios. Nuestros propios apetitos rebeldes son el principal obstáculo que se opone al logro de nuestra meta de santidad. Iremos por el camino correcto cuando:
El Padre Rodríguez nos dice que no debemos buscar nada más que la santa voluntad de Dios se cumpla en todas nuestras acciones.
El Padre Rodríguez cita a San Basilio quien dice que la santidad consiste en dos cosas: en creer que Dios es la causa de todo lo que sucede y en hacer la santísima voluntad de Dios. El Padre Rodríguez dice que nos abandonamos a la santa voluntad de Dios cuando tenemos mortificación perfecta de nuestras pasiones: temor, dolor, esperanza y gozo, y cuando hemos mortificado nuestros sentidos (el ver, oír, gustar, oler y tocar). Cuanto más perfectamente hacemos esto, tanto más unimos nuestra voluntad a la voluntad de Dios. Nuestros propios apetitos rebeldes son el principal obstáculo que se opone al logro de nuestra meta de santidad. Iremos por el camino correcto cuando:
- olvidamos el pasado inmediato lo mismo que el pasado lejano,
- no deseamos nada para el futuro,
- vivimos en el momento presente y
- permitimos que la Providencia Divina disponga de nosotros a su placer, aún en todos los accidentes que puedan suceder.
El Padre Rodríguez nos dice que no debemos buscar nada más que la santa voluntad de Dios se cumpla en todas nuestras acciones.
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