Nota 179
Notas de Ella Boudreaux Mayo tomadas de
THE COMPLETE WORKS OF SAINT JOHN OF THE CROSS
[LAS OBRAS COMPLETAS DE SAN JUAN DE LA CRUZ]
Por San Juan de la Cruz
Este libro traducido del Español original al Inglés por E. Allison Peers.
Una Nueva Unión, Una Nueva Transformación
Notas de Ella Boudreaux Mayo tomadas de
THE COMPLETE WORKS OF SAINT JOHN OF THE CROSS
[LAS OBRAS COMPLETAS DE SAN JUAN DE LA CRUZ]
Por San Juan de la Cruz
Este libro traducido del Español original al Inglés por E. Allison Peers.
Una Nueva Unión, Una Nueva Transformación
San Juan dice que Lámparas de Fuego es una nuevo tipo de transformación y un nuevo conocimiento que experimenta el alma en este estado del Perfecto. Explica que todas las lámparas dan luz y calor, y en esta transformación, hay muchas lámparas que pasan. Cada lámpara es un atributo diferente de Dios y cada atributo es Dios mismo. Cada lámpara enardece al alma (entendimiento, memoria y voluntad) ya que cada lámpara es Dios. Todas estas lámparas juntas son atributos de Dios, pero no se da el conocimiento de todos sus atributos, ya que los atributos y virtudes de Dios son infinitos. Dios es sabio, Dios es grande, Dios es omnipotente, Dios es amor, etc. Cada atributo de Dios y todos ellos juntos son Dios. El alma recibe calor y amor de cada lámpara con la cual devuelve su amor a esa lámpara en particular (atributo de Dios) que es Dios. El alma es enardecida por cada lámpara singularmente según pasa y es enardecida por todas ellas juntas.
Como se dijo anteriormente, de acuerdo al atributo o la virtud de cada lámpara (Dios mismo), la lámpara da calor y amor al alma (entendimiento, memoria y voluntad). En tanto que Dios es sabio, el alma se absorbe en el calor y amor de la sabiduría de Dios hasta que el siguiente atributo (Dios mismo) pasa en la sombra. De nuevo, el alma resplandece con un esplendor amoroso que se le da cuando la lámpara de bondad pasa, pues Dios derrama sobre el alma la luz y calor de Dios en tanto que El es bueno, y Dios es para el alma una lámpara de bondad, etc., de acuerdo a cada atributo que pasa. Dice San Juan que aunque parece que Dios se mueve, Dios mismo no se mueve, así como el fuego no se mueve en su esfera ya que el fuego es aire inflamado.
San Juan dice que el alma es maravillosamente iluminada por un arrobamiento de amor que se le comunica por el fuego de la luz de estas lámparas. El fuego de cada lámpara es una luz y una llama y todas ellas juntas se hacen una luz y una llama. Dice San Juan que el alma está completamente absorta en estas llama (Dios mismo) con gran gloria. El alma puede ver con facilidad que los atributos y virtudes de Dios son infinitos y estas lámparas de fuego hablan de vida eterna. Dice que estas lámparas de fuego son agua viva del espíritu como las que vinieron sobre los Apóstoles. Dice que aunque eran lámparas de fuego, eran agua pura. Este fuego, dice, fue prefigurado en el fuego del sacrificio que Jeremías escondió en la cisterna. Era agua cuando estaba en la cisterna y fuego cuando se le sacaba para el sacrificio.
San Juan dice que Moisés vio estas lámparas en el Monte Sinaí. Cuando Dios pasó, Moisés se postró en tierra clamando los atributos de Dios. Sintió gran deleite en el conocimiento que cada lámpara le trajo y el amor admirable de Dios le fue comunicado.
San Juan dice que no hay palabras que puedan describir claramente esta transformación del alma en Dios, pero el alma se ha convertido en Dios por la participación en Dios y sus atributos, que aquí son llamados Lámparas de Fuego.
Como se dijo anteriormente, de acuerdo al atributo o la virtud de cada lámpara (Dios mismo), la lámpara da calor y amor al alma (entendimiento, memoria y voluntad). En tanto que Dios es sabio, el alma se absorbe en el calor y amor de la sabiduría de Dios hasta que el siguiente atributo (Dios mismo) pasa en la sombra. De nuevo, el alma resplandece con un esplendor amoroso que se le da cuando la lámpara de bondad pasa, pues Dios derrama sobre el alma la luz y calor de Dios en tanto que El es bueno, y Dios es para el alma una lámpara de bondad, etc., de acuerdo a cada atributo que pasa. Dice San Juan que aunque parece que Dios se mueve, Dios mismo no se mueve, así como el fuego no se mueve en su esfera ya que el fuego es aire inflamado.
San Juan dice que el alma es maravillosamente iluminada por un arrobamiento de amor que se le comunica por el fuego de la luz de estas lámparas. El fuego de cada lámpara es una luz y una llama y todas ellas juntas se hacen una luz y una llama. Dice San Juan que el alma está completamente absorta en estas llama (Dios mismo) con gran gloria. El alma puede ver con facilidad que los atributos y virtudes de Dios son infinitos y estas lámparas de fuego hablan de vida eterna. Dice que estas lámparas de fuego son agua viva del espíritu como las que vinieron sobre los Apóstoles. Dice que aunque eran lámparas de fuego, eran agua pura. Este fuego, dice, fue prefigurado en el fuego del sacrificio que Jeremías escondió en la cisterna. Era agua cuando estaba en la cisterna y fuego cuando se le sacaba para el sacrificio.
San Juan dice que Moisés vio estas lámparas en el Monte Sinaí. Cuando Dios pasó, Moisés se postró en tierra clamando los atributos de Dios. Sintió gran deleite en el conocimiento que cada lámpara le trajo y el amor admirable de Dios le fue comunicado.
San Juan dice que no hay palabras que puedan describir claramente esta transformación del alma en Dios, pero el alma se ha convertido en Dios por la participación en Dios y sus atributos, que aquí son llamados Lámparas de Fuego.
Derechos de Autor, Copyright © 2015 & 2016
- John of the Cross, Saint [San Juan de la Cruz], The Complete Works of Saint John of the Cross, Volme I [Las Obras Completas de San Juan de la Cruz Volumen I], traducido y editado por E. Allison Peers, Maryland; The Newman Press. reimpreso en 1957.
- John of the Cross, Saint [San Juan de la Cruz], The Complete Works of Saint John of the Cross, Volme II & III [Las Obras Completas de San Juan de la Cruz Volumen II], traducido y editado por E. Allison Peers, Maryland; The Newman Press. reimpreso en 1953.