Nota 55
Notas de Ella Boudreaux Mayo tomadas de
THE CHRISTIAN COMBAT
[EL COMBATE CRISTIANO]
Por San Agustín
Es un Doctor de la Iglesia que fue Obispo de Hippo, en el Norte de Africa. Como teólogo
y filósofo, sus escritos fueron influyentes in el desenvolvimiento del Cristianismo y
filosofía occidental. Las selecciones fueron tomadas de las obras de Los Padres de la
Iglesia. Traducido por Robert P. Russell, O.S.A., Ph.D., de la lengua púnica antigua.
La Curiosidad
Notas de Ella Boudreaux Mayo tomadas de
THE CHRISTIAN COMBAT
[EL COMBATE CRISTIANO]
Por San Agustín
Es un Doctor de la Iglesia que fue Obispo de Hippo, en el Norte de Africa. Como teólogo
y filósofo, sus escritos fueron influyentes in el desenvolvimiento del Cristianismo y
filosofía occidental. Las selecciones fueron tomadas de las obras de Los Padres de la
Iglesia. Traducido por Robert P. Russell, O.S.A., Ph.D., de la lengua púnica antigua.
La Curiosidad
El Santo nos recuerda que la corona de la victoria se promete a quienes perseveran. Nos dice que no amemos las cosas temporales. Buscamos la felicidad en las cosas que Jesús nos enseñó a despreciar. Es por medio de los placeres pecaminosos, la vanidad y la curiosidad inapropiada que el mundo tiene dominio sobre nosotros. Sus placeres mortales nos esclavizan a las cosas de este mundo, y de este modo nos obliga a servir al demonio, quien domina a los que no conquistan sus malos deseos.
El Santo nos alienta a servir a Dios con una voluntad indivisa. Nos dice que cuando los deseos pecaminosos son superados, vencemos el poder oculto del demonio; es una victoria interior.
El santo dice que el demonio no ha sido expulsado del mundo, como algunos creen. Ha sido arrojado de las almas que no aman al mundo. Dios nos ha dado el Espíritu Santo en quien podemos experimentar su dulzura. Estas almas se remontan hacia lo alto, a regiones más allá, son embriagadas con el amor divino, y no tienen preocupación por nada de este mundo.
El Santo nos alienta a servir a Dios con una voluntad indivisa. Nos dice que cuando los deseos pecaminosos son superados, vencemos el poder oculto del demonio; es una victoria interior.
El santo dice que el demonio no ha sido expulsado del mundo, como algunos creen. Ha sido arrojado de las almas que no aman al mundo. Dios nos ha dado el Espíritu Santo en quien podemos experimentar su dulzura. Estas almas se remontan hacia lo alto, a regiones más allá, son embriagadas con el amor divino, y no tienen preocupación por nada de este mundo.
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