Nota 147
Notas de Ella Boudreaux Mayo tomadas de
THE COMPLETE WORKS OF SAINT JOHN OF THE CROSS
[LAS OBRAS COMPLETAS DE SAN JUAN DE LA CRUZ]
Por San Juan de la Cruz
Este libro traducido del Español original al Inglés por E. Allison Peers.
El Vaciar la Memoria de lo Sobrenatural
Notas de Ella Boudreaux Mayo tomadas de
THE COMPLETE WORKS OF SAINT JOHN OF THE CROSS
[LAS OBRAS COMPLETAS DE SAN JUAN DE LA CRUZ]
Por San Juan de la Cruz
Este libro traducido del Español original al Inglés por E. Allison Peers.
El Vaciar la Memoria de lo Sobrenatural
San Juan nos habla de los males que pueden venir al alma [entendimiento, memoria y voluntad] cuando reflexionamos sobre las visiones sobrenaturales, locuciones, revelaciones y sentimientos [toques] [menciono aquí algunas de ellas]:
1. Frecuentemente somos engañados por nuestro juicio.
2. El aplicarles nuestro juicio es causa de que algún mal se aferre al alma.
3. Impresiones de otras que nos imaginamos permanecen en la memoria.
4. Se nos impide la unión con Dios.
San Juan dice que debemos aprender a vaciar la memoria de todas estas visiones, locuciones, revelaciones y sentimientos sobrenaturales, aún los que vienen de Dios. El ya ha concedido la gracia que pretendía dar en el momento en que generosamente los dio, y necesitamos saber lo que Dios espera de nosotros cuando los da. Aunque no podemos evitar el ser concientes de ellos, no debemos reflexionar sobre ellos. Por regla general, las personas que están haciendo progresos hacia la contemplación infusa, los experimentan, aunque no sean conscientes del camino que llevan. Sin embargo, San Juan dice que estas visiones, locuciones, revelaciones y sentimientos no pueden ayudarnos a progresar hacia la unión con Dios tanto como el más pequeño acto de fe practicado en el vacío de las facultades [entendimiento, memoria y voluntad]. San Juan nos dice que los principiantes que reciben estas visiones sobrenaturales, se creen ser algo y su memoria retiene cierta autoestima y se hunden en un gran orgullo espiritual. Creen estar muy cerca de Dios, pero la virtud no consiste en visiones de Dios, locuciones, revelaciones o sentimientos. Estos no son Dios mismo. Aunque recibimos una gracia oculta cuando son de Dios y nos dan aliento, no debemos cegarnos por el placer que sentimos al recibirlos. Criaturas que somos, debemos tener humildad cuando sabemos que estamos siendo ayudados por nuestro Creador. No debemos fijar la vista en el placer de recibir y olvidar el desapego y vacuidad de la memoria, que por esto nos estamos esforzando. No debemos estar orgullosos de recibir comunicaciones sobrenaturales, porque el orgullo nos ciega a la existencia del mal. Las comunicaciones del demonio pueden causar una caída si reflexionamos sobre ellas. San Juan dice que debemos esforzarnos por no tener en la memoria nada que no sea Dios mismo y esperar que El nos atraiga a un nivel más alto. Todo depende de la gracia de Dios, pero El la otorga solamente a quienes están debidamente dispuestos para recibirla. A Dios le atrae nuestra humildad y la humildad se obtiene por el fracaso de nuestros esfuerzos humanos por obtener la santidad. Para obtener la santidad, primero es necesario pasar por un período de purificación. Debemos pasar por todas las etapas de abnegación y desprendimiento hasta que nuestra alma [entendimiento, memoria y voluntad] esté preparada para recibir a Dios. Cada vez que nos negamos la reflexión de cosas innecesarias del pasado, el pasado inmediato o el futuro, dejamos un espacio vacío en el alma [facultades] que se llena de Dios inmediatamente. Cuando nuestras facultades están completamente vacías de todo, menos de Dios, tenemos la unión con El.
1. Frecuentemente somos engañados por nuestro juicio.
2. El aplicarles nuestro juicio es causa de que algún mal se aferre al alma.
3. Impresiones de otras que nos imaginamos permanecen en la memoria.
4. Se nos impide la unión con Dios.
San Juan dice que debemos aprender a vaciar la memoria de todas estas visiones, locuciones, revelaciones y sentimientos sobrenaturales, aún los que vienen de Dios. El ya ha concedido la gracia que pretendía dar en el momento en que generosamente los dio, y necesitamos saber lo que Dios espera de nosotros cuando los da. Aunque no podemos evitar el ser concientes de ellos, no debemos reflexionar sobre ellos. Por regla general, las personas que están haciendo progresos hacia la contemplación infusa, los experimentan, aunque no sean conscientes del camino que llevan. Sin embargo, San Juan dice que estas visiones, locuciones, revelaciones y sentimientos no pueden ayudarnos a progresar hacia la unión con Dios tanto como el más pequeño acto de fe practicado en el vacío de las facultades [entendimiento, memoria y voluntad]. San Juan nos dice que los principiantes que reciben estas visiones sobrenaturales, se creen ser algo y su memoria retiene cierta autoestima y se hunden en un gran orgullo espiritual. Creen estar muy cerca de Dios, pero la virtud no consiste en visiones de Dios, locuciones, revelaciones o sentimientos. Estos no son Dios mismo. Aunque recibimos una gracia oculta cuando son de Dios y nos dan aliento, no debemos cegarnos por el placer que sentimos al recibirlos. Criaturas que somos, debemos tener humildad cuando sabemos que estamos siendo ayudados por nuestro Creador. No debemos fijar la vista en el placer de recibir y olvidar el desapego y vacuidad de la memoria, que por esto nos estamos esforzando. No debemos estar orgullosos de recibir comunicaciones sobrenaturales, porque el orgullo nos ciega a la existencia del mal. Las comunicaciones del demonio pueden causar una caída si reflexionamos sobre ellas. San Juan dice que debemos esforzarnos por no tener en la memoria nada que no sea Dios mismo y esperar que El nos atraiga a un nivel más alto. Todo depende de la gracia de Dios, pero El la otorga solamente a quienes están debidamente dispuestos para recibirla. A Dios le atrae nuestra humildad y la humildad se obtiene por el fracaso de nuestros esfuerzos humanos por obtener la santidad. Para obtener la santidad, primero es necesario pasar por un período de purificación. Debemos pasar por todas las etapas de abnegación y desprendimiento hasta que nuestra alma [entendimiento, memoria y voluntad] esté preparada para recibir a Dios. Cada vez que nos negamos la reflexión de cosas innecesarias del pasado, el pasado inmediato o el futuro, dejamos un espacio vacío en el alma [facultades] que se llena de Dios inmediatamente. Cuando nuestras facultades están completamente vacías de todo, menos de Dios, tenemos la unión con El.
Derechos de Autor, Copyright © 2015 & 2016
- John of the Cross, Saint [San Juan de la Cruz], The Complete Works of Saint John of the Cross, Volme I [Las Obras Completas de San Juan de la Cruz Volumen I], traducido y editado por E. Allison Peers, Maryland; The Newman Press. reimpreso en 1957.
- John of the Cross, Saint [San Juan de la Cruz], The Complete Works of Saint John of the Cross, Volme II & III [Las Obras Completas de San Juan de la Cruz Volumen II], traducido y editado por E. Allison Peers, Maryland; The Newman Press. reimpreso en 1953.