Nota 113
Notas de Ella Boudreaux Mayo tomadas de
SPIRIT IN DARKNESS
[EL ESPÍRITU EN OSCURIDAD]
Por el Reverendo Padre Brice, C.P.
Este libro es compañero del Libro Segundo de la Subida al Monte Carmelo.
Es sobre el papel de la contemplación en la Vida Cristiana. Todas las
referencias a San Juan de la Cruz son traducciones de E. Allison Peers.
Contemplación Recibida
Notas de Ella Boudreaux Mayo tomadas de
SPIRIT IN DARKNESS
[EL ESPÍRITU EN OSCURIDAD]
Por el Reverendo Padre Brice, C.P.
Este libro es compañero del Libro Segundo de la Subida al Monte Carmelo.
Es sobre el papel de la contemplación en la Vida Cristiana. Todas las
referencias a San Juan de la Cruz son traducciones de E. Allison Peers.
Contemplación Recibida
El Padre Brice nos dice que la contemplación infusa es el medio para la santidad. Se refiere al conocimiento amoroso de Dios, por sobre el razonamiento humano, y sin imágenes. La contemplación infusa no es un acto del entendimiento. El entendimiento recibe un influjo de Dios. En secreto Dios instruye al entendimiento en la perfección del amor sin ayuda alguna del pensamiento propio de la persona. El alma consiste en las facultades de Entendimiento, Voluntad y la Memoria. Dios ilumina a la inteligencia [alma] al mismo tiempo que enciende el amor en la voluntad [alma]. Este no es como el amor sensual humano. El amor de Dios se recibe oscura y confusamente en el alma, de manera que la persona no tiene un entendimiento claro de Dios a quien ama el alma. Es un conocimiento sublime de Dios infuso, sin imágenes. El alma bebe de esta sabiduría, amor y deleite. La memoria [alma] también está ocupada en esta contemplación, aunque la imaginación tiende a vagar y debe ser ignorada en estos momentos.
Nos dice que el alma participa en este deleite espiritual en proporción al grado en que la mente se conserva libre de conocimiento natural en este momento de oración infusa. La contemplación infusa ciega a la razón natural y esta contemplación está por sobre la razón; hace que el razonamiento cese en ese momento. Cuando en su estado de contemplación más puro, la persona percibe pura oscuridad. Cuanto más sublime es la luz divina, tanto más oscura es para el entendimiento. Cuando Dios se comunica solamente al entendimiento, la persona no puede saber lo que está sucediendo al alma. Pero cuando Dios se comunica a la voluntad la persona percibe que está ocupada con Dios, porque su voluntad experimenta el amor divino. Ve sin ver el objeto de su amor de la manera ordinaria. San Juan de la Cruz llama a esta etapa, la Noche Pasiva del Sentido. Pasiva no quiere decir que la mente está inactiva; sino el estar en la disposición de recibir. Uno entiende cosas que no son descubiertas por su propio razonamiento. Uno estaría ocioso si no estuviera meditando u ocupado con este infuso conocimiento amoroso de Dios. Aunque estas explicaciones son redundantes, parecen ser necesarias para explicar lo que es imposible explicar en el lenguaje humano.
Nos dice que el alma participa en este deleite espiritual en proporción al grado en que la mente se conserva libre de conocimiento natural en este momento de oración infusa. La contemplación infusa ciega a la razón natural y esta contemplación está por sobre la razón; hace que el razonamiento cese en ese momento. Cuando en su estado de contemplación más puro, la persona percibe pura oscuridad. Cuanto más sublime es la luz divina, tanto más oscura es para el entendimiento. Cuando Dios se comunica solamente al entendimiento, la persona no puede saber lo que está sucediendo al alma. Pero cuando Dios se comunica a la voluntad la persona percibe que está ocupada con Dios, porque su voluntad experimenta el amor divino. Ve sin ver el objeto de su amor de la manera ordinaria. San Juan de la Cruz llama a esta etapa, la Noche Pasiva del Sentido. Pasiva no quiere decir que la mente está inactiva; sino el estar en la disposición de recibir. Uno entiende cosas que no son descubiertas por su propio razonamiento. Uno estaría ocioso si no estuviera meditando u ocupado con este infuso conocimiento amoroso de Dios. Aunque estas explicaciones son redundantes, parecen ser necesarias para explicar lo que es imposible explicar en el lenguaje humano.
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