Nota 124
Notas de Ella Boudreaux Mayo tomadas de
MYSTICAL EVOLUTION - In the Development and Vitality of the Church, Volume II
[LA EVOLUCIÓN MÍSTICA - En el Desenvolvimiento y Vitalidad de la Iglesia, Volumen II]
Por El Reverendísimo Juan G. Arintero, O.P., S.T.M.
Fué profesor en la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino, en
Roma. Traducido por el Reverendo Jordan Aumann, O.P., Dominicano
Americano que tambén fue profesor en la Universidad Pontificia y fué
Consultor de la Congregación del Clero, Catequesis y Evangelización.
Recogimiento
El padre Arintero nos dice que debemos reservar un tiempo específico diariamente, para seguir constantes, y esto nos ayuda a eliminar obstáculos que pueden causarnos distracción durante la oración. Dice que debemos ocuparnos con Dios a solas, hablándole y guardando algunos momentos de oración silenciosa. Debemos desear a Dios con toda nuestra mente y corazón, con fe, esperanza y confianza.
El Padre dice que de esta manera damos a Dios la adoración interna más adecuada. Si nuestra hora de recogimiento es a ratos, no podemos esperar nada. Si solamente oramos con los labios deliberadamente, eso no es oración sino más bien una falta de respeto a Dios. El Padre dice que la oración vocal verdadera debe contener actividad mental. A veces Dios eleva a los fieles a un grado más alto durante la oración vocal ferviente. Dice que la oración mental nos lleva a la contemplación infusa. Nos sugiere que hagamos resoluciones interiores durante la oración mental y luego las practiquemos, pues algunos de estos fieles han llegado a un alto grado de santidad en un corto tiempo, adorando a Dios en espíritu como El lo ordena.
El Padre dice que de esta manera damos a Dios la adoración interna más adecuada. Si nuestra hora de recogimiento es a ratos, no podemos esperar nada. Si solamente oramos con los labios deliberadamente, eso no es oración sino más bien una falta de respeto a Dios. El Padre dice que la oración vocal verdadera debe contener actividad mental. A veces Dios eleva a los fieles a un grado más alto durante la oración vocal ferviente. Dice que la oración mental nos lleva a la contemplación infusa. Nos sugiere que hagamos resoluciones interiores durante la oración mental y luego las practiquemos, pues algunos de estos fieles han llegado a un alto grado de santidad en un corto tiempo, adorando a Dios en espíritu como El lo ordena.
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