Nota 57
Notas de Ella Boudreaux Mayo tomadas de
ON THE SONG OF SONGS II
Cistercian Fathers Series: Number Seven
Works of Saint Bernard of Clairvaux, Volume III
[SOBRE EL CANTAR DE LOS CANTARES II]
[Serie de los Padres Cistercienses: Número Siete]
[Las Obras de San Bernanrdo de Clairvaux, Volumen III]
Es un Doctor de la Iglesia que desempeñó un papel importante en la sanación del
cisma Papal de 1130. Su influencia como lider aumentó cuando su hijo espiritual,
Eugenio III fue elegido Papa. Traducido del latín por Kilian Walsh, O.C.S.O.
Renunciando a los Placeres
Notas de Ella Boudreaux Mayo tomadas de
ON THE SONG OF SONGS II
Cistercian Fathers Series: Number Seven
Works of Saint Bernard of Clairvaux, Volume III
[SOBRE EL CANTAR DE LOS CANTARES II]
[Serie de los Padres Cistercienses: Número Siete]
[Las Obras de San Bernanrdo de Clairvaux, Volumen III]
Es un Doctor de la Iglesia que desempeñó un papel importante en la sanación del
cisma Papal de 1130. Su influencia como lider aumentó cuando su hijo espiritual,
Eugenio III fue elegido Papa. Traducido del latín por Kilian Walsh, O.C.S.O.
Renunciando a los Placeres
Este sermón de San Bernardo es sobre San Pablo. San Pablo dijo que su vida no era tan valiosa como él mismo. Por lo tanto, hay una distinción entre su vida y su yo, dijo el santo. ¿Como puede no ser él mismo su vida? San Pablo veía a su cuerpo como una función para sostener la vida y darle sensaciones. Esta parte de él no merece ser llamada él mismo. San Pablo la veía como su yo más bajo e inferior. Decía que él había vivido en ese nivel de la carne hasta que comenzó a vivir en el espíritu, su verdadero ‘yo’. Aún así, su carne experimentaba apetitos carnales, pero eso no era su verdadero ‘yo’, sino que eran la posesión de su ‘yo’ inferior, y esta es la vida que San Pablo desdeñó para amar sólo a Dios.
Abandonó a su propia voluntad al renunciar a los placeres del cuerpo. No vivía para su carne, su comida, salud o confort; vivía para amar a Dios sin ninguna excepción.
Abandonó a su propia voluntad al renunciar a los placeres del cuerpo. No vivía para su carne, su comida, salud o confort; vivía para amar a Dios sin ninguna excepción.
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