Nota 125
Notas de Ella Boudreaux Mayo tomadas de
ON PRAYER
[SOBRE LA ORACIÓN]
Por Jean-Pierre de Caussade, S.J.
Escribió esta instrucción espiritual sobre los varios estados de oración
de acuerdo a la doctrina de Bossuet, Obispo de Meaux. Caussade fue
Doctor en Teología y rector de dos universidades, Perpignan and Albi
en Francia. Traducido del Francés por Algar Thorold.
Oración Infusa
Notas de Ella Boudreaux Mayo tomadas de
ON PRAYER
[SOBRE LA ORACIÓN]
Por Jean-Pierre de Caussade, S.J.
Escribió esta instrucción espiritual sobre los varios estados de oración
de acuerdo a la doctrina de Bossuet, Obispo de Meaux. Caussade fue
Doctor en Teología y rector de dos universidades, Perpignan and Albi
en Francia. Traducido del Francés por Algar Thorold.
Oración Infusa
En la introducción a este libro, el Abad Chapman nos dice que no hay nada más sublime que la contemplación; y no hay nada que nos crucifique más que la oración pasiva, por la que debemos pasar para alcanzar la Unión.
El Padre Caussade explica que en la Oración de Quietud, que es uno de los grados de la contemplación infusa, Dios suspende nuestros pensamientos discursivos y los atrae a su Presencia interior. Todo lo que Dios quiere lograr aquí es que lo consideremos con admiración, amor y silencio en el interior. En esta oración sentimos una gran paz y lo único que nos importa es seguir inmersos en Dios. Santa Teresa de Avila, en su libro concerniente a la Oración de Quietud, dice que oímos sin oír en la manera ordinaria y vemos sin ver en la manera ordinaria.
El Padre nos dice que esta oración infusa apenas se percibe al principio, y aprendemos humildad de ella. Cuando el Señor retira su presencia, nos damos cuenta de que no podemos traerlo de vuelta por nuestro propio esfuerzo. Aprendemos que nada somos y nada podemos hacer sin El. Aprendemos a confiar en El y a esperar que va a retornar. Lo anhelamos y tenemos una confianza total en El. El Padre dice que cuando El está con nosotros, tenemos un vigor interior que fortalece nuestra debilidad frente a las tentaciones, y sufriríamos cualquier cosa con tal de conservar su presencia dentro de nosotros, pero El va y viene a su propia discreción.
Cuando la Oración de Quietud ya no está presente, el Padre Caussade nos dice que debemos estimular la piedad con meditación o cualquier manera que podamos hasta que El venga otra vez. Debemos alejar todo asunto innecesario de la mente con la intención de elevar todos nuestros pensamientos y sentimientos a Dios. Nos dice que contemplemos a Jesucristo, Dios y Hombre juntos y meditemos sobre esto, porque aquellos a quienes El ha mencionado esta manera de orar, han ascendido al más alto estado de Unión. Dice que olvidemos todas las cosas corporales pues son un estorbo para la Oración de Quietud.
El Padre Caussade explica que en la Oración de Quietud, que es uno de los grados de la contemplación infusa, Dios suspende nuestros pensamientos discursivos y los atrae a su Presencia interior. Todo lo que Dios quiere lograr aquí es que lo consideremos con admiración, amor y silencio en el interior. En esta oración sentimos una gran paz y lo único que nos importa es seguir inmersos en Dios. Santa Teresa de Avila, en su libro concerniente a la Oración de Quietud, dice que oímos sin oír en la manera ordinaria y vemos sin ver en la manera ordinaria.
El Padre nos dice que esta oración infusa apenas se percibe al principio, y aprendemos humildad de ella. Cuando el Señor retira su presencia, nos damos cuenta de que no podemos traerlo de vuelta por nuestro propio esfuerzo. Aprendemos que nada somos y nada podemos hacer sin El. Aprendemos a confiar en El y a esperar que va a retornar. Lo anhelamos y tenemos una confianza total en El. El Padre dice que cuando El está con nosotros, tenemos un vigor interior que fortalece nuestra debilidad frente a las tentaciones, y sufriríamos cualquier cosa con tal de conservar su presencia dentro de nosotros, pero El va y viene a su propia discreción.
Cuando la Oración de Quietud ya no está presente, el Padre Caussade nos dice que debemos estimular la piedad con meditación o cualquier manera que podamos hasta que El venga otra vez. Debemos alejar todo asunto innecesario de la mente con la intención de elevar todos nuestros pensamientos y sentimientos a Dios. Nos dice que contemplemos a Jesucristo, Dios y Hombre juntos y meditemos sobre esto, porque aquellos a quienes El ha mencionado esta manera de orar, han ascendido al más alto estado de Unión. Dice que olvidemos todas las cosas corporales pues son un estorbo para la Oración de Quietud.
Derechos de Autor, Copyright © 2015 & 2016