Nota 108
Notas de Ella Boudreaux Mayo tomadas de
THE HOLY GHOST
[EL ESPÍRITU SANTO]
Por el Beato Juan de Ávila
Fue un predicador elocuente y miembro distinguido de la escuela española de místicos y
ascetas del siglo X. Fue declarado santo (1970) y Doctor de la Iglesia (2012). Sus seis
sermones fueron coleccionados por sus discípulos y traducidos del español por Ena Dargan.
El Espíritu Santo
Notas de Ella Boudreaux Mayo tomadas de
THE HOLY GHOST
[EL ESPÍRITU SANTO]
Por el Beato Juan de Ávila
Fue un predicador elocuente y miembro distinguido de la escuela española de místicos y
ascetas del siglo X. Fue declarado santo (1970) y Doctor de la Iglesia (2012). Sus seis
sermones fueron coleccionados por sus discípulos y traducidos del español por Ena Dargan.
El Espíritu Santo
El Beato Juan de Avila era famoso por sus sermones en el sur de España. Este influyente sacerdote del siglo XVII vio la necesidad que todos tenemos de conocer y estar en contacto con el Espíritu Santo. Decía que si nos preparamos, el Espíritu Santo viene a nosotros. Este santo sacerdote dice que debemos apartar gradualmente nuestro corazón de todo lo que más nos gusta en este mundo. Si tenemos demasiado afecto por algo en este mundo, debemos renunciarlo. Dice que pidamos al Señor que ilumine nuestro oscuro entendimiento de lo espiritual, para poder elegir solamente a Dios para nuestro bien eterno.
El Beato Juan cita a San Bernardo cuando nos dice que el Espíritu Santo no viene a quienes buscan consuelos humanos. Nuestra carne cebe morir a todo lo mundano. Nos dice que bajemos los ojos para no ver lo que es dañino para el alma y que dominemos nuestros deseos. Dice que nuestra carne es débil y evita que llevemos a cabo nuestro propósito, pero podemos confiar en los méritos de Jesucristo y ofrecer esos méritos mientras que rogamos al Espíritu Santo que entre en nosotros.
El Beato Juan nos dice cómo sabremos con certeza que el Espíritu Santo ha venido: como una mujer embarazada que siente el movimiento del bebé dentro de ella, así sentiremos el movimiento del Espíritu Santo. Dice que el Espíritu Santo es fuego; sentiremos arder nuestro corazón y sentiremos su llama encenderse dentro de nosotros. Nos exhorta a permanecer en constante mortificación propia y el Espíritu Santo no dejará de darnos su gracia como la dio a los Apóstoles.
El Beato Juan cita a San Bernardo cuando nos dice que el Espíritu Santo no viene a quienes buscan consuelos humanos. Nuestra carne cebe morir a todo lo mundano. Nos dice que bajemos los ojos para no ver lo que es dañino para el alma y que dominemos nuestros deseos. Dice que nuestra carne es débil y evita que llevemos a cabo nuestro propósito, pero podemos confiar en los méritos de Jesucristo y ofrecer esos méritos mientras que rogamos al Espíritu Santo que entre en nosotros.
El Beato Juan nos dice cómo sabremos con certeza que el Espíritu Santo ha venido: como una mujer embarazada que siente el movimiento del bebé dentro de ella, así sentiremos el movimiento del Espíritu Santo. Dice que el Espíritu Santo es fuego; sentiremos arder nuestro corazón y sentiremos su llama encenderse dentro de nosotros. Nos exhorta a permanecer en constante mortificación propia y el Espíritu Santo no dejará de darnos su gracia como la dio a los Apóstoles.
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