Nota 97
Notas de Ella Boudreaux Mayo tomadas de
THE CRUCIBLE OF LOVE
[EL CRISOL DE AMOR]
Por E. W. Trueman Dicken
Fue vicario de Caunton y Maplebeck (dos aldeas en el interior inglés). Este libro es un
estudio del misticismo de San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús. Traducido de
las obras en español de ambos autores e incluye algunas traducciones de sus citas.
La Oración de Quietud
Notas de Ella Boudreaux Mayo tomadas de
THE CRUCIBLE OF LOVE
[EL CRISOL DE AMOR]
Por E. W. Trueman Dicken
Fue vicario de Caunton y Maplebeck (dos aldeas en el interior inglés). Este libro es un
estudio del misticismo de San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús. Traducido de
las obras en español de ambos autores e incluye algunas traducciones de sus citas.
La Oración de Quietud
San Juan nos dice que de las sequedades (Noche Pasiva del Sentido) se llega a la Oración de Quietud. En esta oración, las facultades (entendimiento, memoria y voluntad) están tranquilas y hay gran deleite y consuelo. Como esta oración es nueva, se piensa que depende de los esfuerzos propios y hay temor de moverse por miedo a perderla. Sin embargo, esta es una oración sobrenatural dada por Dios. Nadie puede alcanzar esta oración amorosa por su propio esfuerzo como finalmente lo descubrirá y entonces cesará de tratar de disertar, porque Dios causa la ligadura de los sentidos en la cual uno es incapaz de meditar. No se sabe qué se disfruta, pero se sabe que uno mismo no lo ha producido. Eventualmente uno viene a conocer que Dios está amando a su alma y uno lo ama a El de nuevo, con ese mismo amor. En esta oración hay distracciones pero se aprende a ignorarlas y permanecer en silencio en el gozo espiritual.
Santa Teresa nos dice que para prepararnos a recibir esta oración de nuevo, debemos continuar perseverando en un afecto muy suave, no haciendo ningún intento de actividad intelectual que no sea una atención amorosa a Dios y quizá un acto suave de amor con muy pocas palabras. Nunca sabemos cuánto tiempo pueda El permanecer lejano o aún si volverá otra vez. Santa Teresa de Avila dice que la Oración de Quietud se les da a muchas almas, pero solamente unas pocas pasan más allá.
Santa Teresa nos dice que para prepararnos a recibir esta oración de nuevo, debemos continuar perseverando en un afecto muy suave, no haciendo ningún intento de actividad intelectual que no sea una atención amorosa a Dios y quizá un acto suave de amor con muy pocas palabras. Nunca sabemos cuánto tiempo pueda El permanecer lejano o aún si volverá otra vez. Santa Teresa de Avila dice que la Oración de Quietud se les da a muchas almas, pero solamente unas pocas pasan más allá.
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