Soledad Profunda
ESCRITA PARA QUIENES HAN ALCANZADO LA SOLEDAD PROFUNDA
EN EL PROGRESO DE SUS ALMAS HACIA LA UNION.
(Habiendo ya practicado a fondo la abnegación con respecto a los cinco sentidos)
ESCRITA PARA QUIENES HAN ALCANZADO LA SOLEDAD PROFUNDA
EN EL PROGRESO DE SUS ALMAS HACIA LA UNION.
(Habiendo ya practicado a fondo la abnegación con respecto a los cinco sentidos)
San Juan nos dice que en esta etapa de la vida espiritual, la Contemplación se recibe en el espíritu solamente cuando el alma está en silencio y desprendida del conocimiento discursivo, deseando dejar la parte sensual de su alma para salir de los límites de su propia operación de los sentidos. Es entonces cuando Dios le da al alma su dulce maná. El santo dice que el alma no puede recibir este maná si trata de combinarlo con cualquier otro pensamiento o deseo y que tal alma debe ejercitar una conciencia amorosa de Dios solamente cuando no está consciente de ser guiada a la soledad, descanso y absorción. Tan pronto como el alma se hace consciente de ser guiada a la soledad, descanso y absorción, el alma debe olvidar esta conciencia amorosa. Dice que al alma puede parecerle que no hace nada, pero Dios está trabajando en ella para hacerla agradable a El mismo. El alma debe permanecer pasiva y quieta. Si el alma forzara su modo natural de meditación y pensamientos sobre esta soledad profunda, Dios no le infundirá su don de Contemplación.
El Santo continúa a explicar esta etapa espiritual diciendo que Dios unge a esta alma que está a solas en la soledad y así se hace conciente de experimentar algo nuevo, una unción amorosa delicada que es serena y tranquila. En este momento, las sensaciones del alma están muy alejadas del sentido y sus pensamientos han sido aquietados por Dios de tal manera que no puede meditar ni encontrar placer en nada más. El Santo dice que lo sobrenatural no puede recibirse en la manera natural de los sentidos, y así, las facultades se sienten vacías y en paz. Es por medio de la fe divina sola (contemplación infusa) que el alma de uno es transformada en Dios y se hace una nueva persona; pero primero el alma debe sufrir grandes pruebas en estas etapas Purgativas antes de alcanzar su meta, Dios mismo.
San Juan nos advierte de los trucos del demonio en esta etapa de la vida espiritual anterior a que el alma sea consciente de que el Espíritu Santo está trabajando silenciosamente dentro de ella. Tal alma se siente embelesada de amor y, no sabiendo de dónde viene, lo otorga a todos los demás. Es aquí que la fe Católica de uno es pobada severamente. San Juan dice que el demonio astutamente toma su posición en esta jornada del sentido al espíritu, dando al alma algo de su propio dulzor, tentaciones y visiones, las cuales, dice el Santo , a veces son buenas para mejor atraer al alma lejos de su soledad y causar que retorne a sus operaciones del sentido y placer mundano. Estas cosas sobrenaturales del demonio le parecen ser de un orden superior en comparación con la otra manera que parecía un hacer nada en soledad y quietud, así que el alma es fácilmente llevada a adherirse a los deleites y tentaciones que el demonio le presenta y cayendo de nuevo en los sentidos, cae en la trampa que el demonio había planeado para ella, ambos en lo espiritual y mundanal.
El Santo continúa a explicar esta etapa espiritual diciendo que Dios unge a esta alma que está a solas en la soledad y así se hace conciente de experimentar algo nuevo, una unción amorosa delicada que es serena y tranquila. En este momento, las sensaciones del alma están muy alejadas del sentido y sus pensamientos han sido aquietados por Dios de tal manera que no puede meditar ni encontrar placer en nada más. El Santo dice que lo sobrenatural no puede recibirse en la manera natural de los sentidos, y así, las facultades se sienten vacías y en paz. Es por medio de la fe divina sola (contemplación infusa) que el alma de uno es transformada en Dios y se hace una nueva persona; pero primero el alma debe sufrir grandes pruebas en estas etapas Purgativas antes de alcanzar su meta, Dios mismo.
San Juan nos advierte de los trucos del demonio en esta etapa de la vida espiritual anterior a que el alma sea consciente de que el Espíritu Santo está trabajando silenciosamente dentro de ella. Tal alma se siente embelesada de amor y, no sabiendo de dónde viene, lo otorga a todos los demás. Es aquí que la fe Católica de uno es pobada severamente. San Juan dice que el demonio astutamente toma su posición en esta jornada del sentido al espíritu, dando al alma algo de su propio dulzor, tentaciones y visiones, las cuales, dice el Santo , a veces son buenas para mejor atraer al alma lejos de su soledad y causar que retorne a sus operaciones del sentido y placer mundano. Estas cosas sobrenaturales del demonio le parecen ser de un orden superior en comparación con la otra manera que parecía un hacer nada en soledad y quietud, así que el alma es fácilmente llevada a adherirse a los deleites y tentaciones que el demonio le presenta y cayendo de nuevo en los sentidos, cae en la trampa que el demonio había planeado para ella, ambos en lo espiritual y mundanal.
Derechos de Autor, Copyright © 2015 & 2016
- John of the Cross, Saint [San Juan de la Cruz], The Complete Works of Saint John of the Cross, Volme I [Las Obras Completas de San Juan de la Cruz Volumen I], traducido y editado por E. Allison Peers, Maryland; The Newman Press. reimpreso en 1957.
- John of the Cross, Saint [San Juan de la Cruz], The Complete Works of Saint John of the Cross, Volme II & III [Las Obras Completas de San Juan de la Cruz Volumen II], traducido y editado por E. Allison Peers, Maryland; The Newman Press. reimpreso en 1953.