Nota 177
Notas de Ella Boudreaux Mayo tomadas de
THE COMPLETE WORKS OF SAINT JOHN OF THE CROSS
[LAS OBRAS COMPLETAS DE SAN JUAN DE LA CRUZ]
Por San Juan de la Cruz
Este libro traducido del Español original al Inglés por E. Allison Peers.
El Vuelo, Desposorio (Promesa de Matrimonio)
Notas de Ella Boudreaux Mayo tomadas de
THE COMPLETE WORKS OF SAINT JOHN OF THE CROSS
[LAS OBRAS COMPLETAS DE SAN JUAN DE LA CRUZ]
Por San Juan de la Cruz
Este libro traducido del Español original al Inglés por E. Allison Peers.
El Vuelo, Desposorio (Promesa de Matrimonio)
San Juan nos dice que el amor de Dios ha aumentado en este Aprovechado. Consecuentemente, su pena es aún mayor en la larga ausencia de Dios. Ya que nada puede aliviar su dolor excepto la presencia de Dios en su alma, este Aprovechado se aflige sólo por Dios mismo; aún así, no puede usar sus facultades para rezarle. Por tanto, San Juan aconseja a esta alma que no trate de hablar con Dios en este momento, porque Dios está obrando pasivamente en su alma, y su alma [entendimiento, memoria y voluntad] no puede hacer nada. Hasta atender los asuntos diarios se le dificulta. Hay distracciones y olvido profundo de la memoria. Aquí, la memoria también está impedida para meditar y retener otro conocimiento. Su alma está siendo divinamente preparada, con sus facultades [entendimiento, memoria y voluntad] absortas en esta divina y oscura noche espiritual de contemplación. Su alma [entendimiento, memoria y voluntad] está lejana de su habilidad natural de sentido común y conocimiento de cosas. Dios aniquila al alma de esta manera para que pueda estar en comunión con el Espíritu. Dice San Juan que cuanto más brillante es la luz sobrenatural, tanto más oscura le es a nuestro entendimiento.
Por lo tanto, San Juan dice que cuando este Aprovechado tiene grandes deseos y afecciones por Dios sólo, el espíritu Divino visita al espíritu del alma con tal poder, que hace salir de sí mismo al espíritu del alma con gran fuerza y lo hace remontarse hacia arriba, de tal manera que su naturaleza física nunca podría lograr [arrobamiento]. Parece que el alma vuela hacia lo alto y fuera del cuerpo. En este vuelo de contemplación en el aire, el Espíritu Santo produce amor en el alma sin darle comunicación en la carne, sino fuera de su carne y en el lugar a donde el vuelo lo ha llevado, muy por encima. Dice San Juan que tales favores no pueden ser recibidos por quien está en la carne completamente, porque el espíritu es elevado a entrar en comunión con el Espíritu Divino y en cierto modo el alma tiene que abandonar la carne. El cuerpo queda sin sus sentidos [éxtasis] ya que éstos están en Dios. Entonces el espíritu del alma regresa a su carne y el amor que procede de ese conocimiento y estos secretos de Dios que se le han dado de manera pasiva, causan un mayor fuego de amor y el alma se llena de paz y de gloria. San Juan nos dice que este Aprovechado aún no está en el estado de perfección. Estas comunicaciones son una preparación para ello. Quienes han alcanzado la perfección, ya no experimentan éxtasis y arrobamientos.
San Juan dice que en otras visitas del arrobamiento, que ocurren previas a las mencionadas anteriormente, hay una tortura que desgarra los huesos y a menos que Dios mantenga al alma, su vida llegaría a su fin. Dice que se siente como que el alma está separada de la carne y el cuerpo está sin protección. Como la raíz de las afecciones dentro del alma tienen que ser purificadas o destruidas, es necesario que en cierto modo la misma alma [entendimiento, memoria y voluntad] tenga que ser aniquilada y destruida, porque las pasiones e imperfecciones se han vuelto algo natural para ella y por tanto la carne sufre.
Por lo tanto, San Juan dice que cuando este Aprovechado tiene grandes deseos y afecciones por Dios sólo, el espíritu Divino visita al espíritu del alma con tal poder, que hace salir de sí mismo al espíritu del alma con gran fuerza y lo hace remontarse hacia arriba, de tal manera que su naturaleza física nunca podría lograr [arrobamiento]. Parece que el alma vuela hacia lo alto y fuera del cuerpo. En este vuelo de contemplación en el aire, el Espíritu Santo produce amor en el alma sin darle comunicación en la carne, sino fuera de su carne y en el lugar a donde el vuelo lo ha llevado, muy por encima. Dice San Juan que tales favores no pueden ser recibidos por quien está en la carne completamente, porque el espíritu es elevado a entrar en comunión con el Espíritu Divino y en cierto modo el alma tiene que abandonar la carne. El cuerpo queda sin sus sentidos [éxtasis] ya que éstos están en Dios. Entonces el espíritu del alma regresa a su carne y el amor que procede de ese conocimiento y estos secretos de Dios que se le han dado de manera pasiva, causan un mayor fuego de amor y el alma se llena de paz y de gloria. San Juan nos dice que este Aprovechado aún no está en el estado de perfección. Estas comunicaciones son una preparación para ello. Quienes han alcanzado la perfección, ya no experimentan éxtasis y arrobamientos.
San Juan dice que en otras visitas del arrobamiento, que ocurren previas a las mencionadas anteriormente, hay una tortura que desgarra los huesos y a menos que Dios mantenga al alma, su vida llegaría a su fin. Dice que se siente como que el alma está separada de la carne y el cuerpo está sin protección. Como la raíz de las afecciones dentro del alma tienen que ser purificadas o destruidas, es necesario que en cierto modo la misma alma [entendimiento, memoria y voluntad] tenga que ser aniquilada y destruida, porque las pasiones e imperfecciones se han vuelto algo natural para ella y por tanto la carne sufre.
Derechos de Autor, Copyright © 2015 & 2016
- John of the Cross, Saint [San Juan de la Cruz], The Complete Works of Saint John of the Cross, Volme I [Las Obras Completas de San Juan de la Cruz Volumen I], traducido y editado por E. Allison Peers, Maryland; The Newman Press. reimpreso en 1957.
- John of the Cross, Saint [San Juan de la Cruz], The Complete Works of Saint John of the Cross, Volme II & III [Las Obras Completas de San Juan de la Cruz Volumen II], traducido y editado por E. Allison Peers, Maryland; The Newman Press. reimpreso en 1953.