Nota 116
Notas de Ella Boudreaux Mayo tomadas de
HUMILITY OF HEART
[HUMILDAD DEL CORAZÓN]
Por el Padre Cayetano María de Bergamo
El Padre Cayetano fue uno de los grandes misioneros italianos del siglo XVIII.
Benedicto XVI dijo que sus obras tienen una “cualidad poco común” que “satisface
al intelecto y al corazón”sin distraer de la “solidez de su doctrina.” Traducido por el
Cardenal Herbert Vaughan, Arzobispo de Westminster, Maryland, del italiano de la
edición Monza. Contiene el prefacio, introducción y pensamientos del Cardenal.
Actos Virtuosos
Notas de Ella Boudreaux Mayo tomadas de
HUMILITY OF HEART
[HUMILDAD DEL CORAZÓN]
Por el Padre Cayetano María de Bergamo
El Padre Cayetano fue uno de los grandes misioneros italianos del siglo XVIII.
Benedicto XVI dijo que sus obras tienen una “cualidad poco común” que “satisface
al intelecto y al corazón”sin distraer de la “solidez de su doctrina.” Traducido por el
Cardenal Herbert Vaughan, Arzobispo de Westminster, Maryland, del italiano de la
edición Monza. Contiene el prefacio, introducción y pensamientos del Cardenal.
Actos Virtuosos
El Arzobispo Vaughan nos dice que cada acto virtuoso (templanza, fortaleza, justicia, modestia, humildad, castidad, caridad, obediencia u otras virtudes), que no tiene como motivo nuestro fin sobrenatural, no tiene valor. Dice que basta tener un pensamiento de vanidad durante una obra virtuosa, para hacer esa obra espiritualmente inútil.
Auto-satisfacción por las obras virtuosas nos hace desagradables a Dios, porque todo bien viene de El, aunque hayamos trabajado duro para lograrlo. El Arzobispo nos dice que la mayor humillación que Dios puede dar a una persona orgullosa es permitirle que caiga en pecado, porque quien se exalta será humillado. Dice que muchas personas cuya santidad era bien conocida y fueron bendecidas con revelaciones y éxtasis, han caído en el vicio de la impureza. No hay pecado tan degradante para el alma como este impuro pecado de los sentidos. Uno desciende de ser espiritual para volverse carnal y sensual como las bestias que no tienen entendimiento. Dice que un solo grado de humildad es más valioso que mil éxtasis. Nadie puede pecar mientras sea humilde. Si somos humildes, nunca seremos humillados.
Auto-satisfacción por las obras virtuosas nos hace desagradables a Dios, porque todo bien viene de El, aunque hayamos trabajado duro para lograrlo. El Arzobispo nos dice que la mayor humillación que Dios puede dar a una persona orgullosa es permitirle que caiga en pecado, porque quien se exalta será humillado. Dice que muchas personas cuya santidad era bien conocida y fueron bendecidas con revelaciones y éxtasis, han caído en el vicio de la impureza. No hay pecado tan degradante para el alma como este impuro pecado de los sentidos. Uno desciende de ser espiritual para volverse carnal y sensual como las bestias que no tienen entendimiento. Dice que un solo grado de humildad es más valioso que mil éxtasis. Nadie puede pecar mientras sea humilde. Si somos humildes, nunca seremos humillados.
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