Nota 75
Notas de Ella Boudreaux Mayo tomadas de
THE COMPLETE WORKS OF ST. JOHN OF THE CROSS
[LAS OBRAS COMPLETAS DE SAN JUAN DE LA CRUZ]
Traducido al Inglés by E. Allison Peers
un gran místico español y es un Doctor de la Iglesia. Fundó el primer
monasterio de Carmelitas Descalzos. Traducido del español y editado por E.
Allison Peers, de la Edición crítica del P. Silverio de Santa Teresa, O.C.D.
De los Sentidos al Espíritu
Notas de Ella Boudreaux Mayo tomadas de
THE COMPLETE WORKS OF ST. JOHN OF THE CROSS
[LAS OBRAS COMPLETAS DE SAN JUAN DE LA CRUZ]
Traducido al Inglés by E. Allison Peers
un gran místico español y es un Doctor de la Iglesia. Fundó el primer
monasterio de Carmelitas Descalzos. Traducido del español y editado por E.
Allison Peers, de la Edición crítica del P. Silverio de Santa Teresa, O.C.D.
De los Sentidos al Espíritu
San Juan nos dice que en las primeras etapas de la jornada espiritual, hay un sentido de calor, que es causado por Dios para acostumbrar a nuestros sentidos y deseos a algo bueno. Dice que esto nos desprende del mundo y nos prepara a entrar en la contemplación infusa, lo cual ocurre cuando no podemos meditar, por mucho que nos esforcemos. La bendición espiritual de Dios en la contemplación, es su amor divino y el amor divino es conocimiento.
El santo nos dice que la contemplación nunca puede alcanzarse mediante nuestros propios esfuerzos, ni por cualquier medio; es un don de Dios mismo. Si tratamos de lograrla usando nuestra imaginación, encontraremos sequedad, porque hemos intentado lo imposible; esto es, hemos tratado de volver del amar silencioso de Dios a la meditación, para poder sentir nuestros propios esfuerzos. En otras palabras, hemos abandonado la senda del espíritu, no siendo ya capaces de usar tampoco nuestra imaginación.
El santo nos dice que no debemos pugnar por la dulzura que hemos tenido en el pasado, pues Dios ya no nos da bendiciones por medio de los sentidos. No debemos frustrar a Dios que es el dador de esta nueva y más perfecta manera de orar. El santo dice que lo único necesario es no hacer ningún esfuerzo propio, salvo el mantener una simple atención amorosa mientras que sintamos que Dios nos atrae a la soledad del espíritu, que siempre va acompañada de una absorción interior; Dios está en comunión con el alma. Nos dice que la contemplación es recepción y debemos velar por que la voluntad esté vacía y sin afectos. Esta negación del sentido también se llama ‘pobreza de espíritu’. Dice que quien no haya avanzado más allá de la sensación sensual no puede percibir las cosas de Dios
El santo nos dice que la contemplación nunca puede alcanzarse mediante nuestros propios esfuerzos, ni por cualquier medio; es un don de Dios mismo. Si tratamos de lograrla usando nuestra imaginación, encontraremos sequedad, porque hemos intentado lo imposible; esto es, hemos tratado de volver del amar silencioso de Dios a la meditación, para poder sentir nuestros propios esfuerzos. En otras palabras, hemos abandonado la senda del espíritu, no siendo ya capaces de usar tampoco nuestra imaginación.
El santo nos dice que no debemos pugnar por la dulzura que hemos tenido en el pasado, pues Dios ya no nos da bendiciones por medio de los sentidos. No debemos frustrar a Dios que es el dador de esta nueva y más perfecta manera de orar. El santo dice que lo único necesario es no hacer ningún esfuerzo propio, salvo el mantener una simple atención amorosa mientras que sintamos que Dios nos atrae a la soledad del espíritu, que siempre va acompañada de una absorción interior; Dios está en comunión con el alma. Nos dice que la contemplación es recepción y debemos velar por que la voluntad esté vacía y sin afectos. Esta negación del sentido también se llama ‘pobreza de espíritu’. Dice que quien no haya avanzado más allá de la sensación sensual no puede percibir las cosas de Dios
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