Nota 111
Notas de Ella Boudreaux Mayo tomadas de
THE SINNERS GUIDE
[GUÍA DE PECADORES]
Por el Venerable Luis de Granada
Recibió un breve del Santo Padre, Gregorio XIII, recomendando sus sermones, escritos y
sublime doctrina. Traducido del español por un Padre Dominicano cuyo nombre no aparece.
Los Dictados de la Carne
Notas de Ella Boudreaux Mayo tomadas de
THE SINNERS GUIDE
[GUÍA DE PECADORES]
Por el Venerable Luis de Granada
Recibió un breve del Santo Padre, Gregorio XIII, recomendando sus sermones, escritos y
sublime doctrina. Traducido del español por un Padre Dominicano cuyo nombre no aparece.
Los Dictados de la Carne
Este Padre Dominicano nos dice que el Venerable Luis de Granada nació en 1504. En 1524 se hizo Fraile Predicador de la Orden Dominicana. Después de una vasta educación se dio cuenta de que la oración, y no el estudio, era el camino al verdadero conocimiento espiritual de Cristo. Entendió que estas riquezas espirituales que recibía en la oración debían ser compartidas y fue entonces que comenzó su vocación como escritor spiritual.
El venerable Luis nos dice que pocos se dan cuenta de la gran cantidad de seres humanos que están esclavizados por la carne. Qué grande, dice, debe ser el castigo de quienes permiten que su noble razón siga los dictados de su carne. Dice que el hombre justo ora para ser liberado de los deseos desordenados. Salomón, que una vez fue el más sabio de los hombres, permitió que su razón fuera víctima de la carne y llegó hasta a construir ídolos para sus compañeros pecadores.
Este venerable fraile nos dice que debemos observar lo que una mujer casada arriesga al abandonarse a un amor ilícito. Si su esposo lo descubre podría matarla. Entonces en un momento, perdería su vida, sus hijos, su reputación y su derecho al cielo. Su deshonra caería sobre sus padres, hijos, hermanos y hermanas. Aún así, por amor a esta pasión, ignora todas estas consideraciones. ¡Tal es la esclavitud en que viven los perversos! Esta gratificación de su afecto desordenado solamente crea más pasiones y, a la larga, muchas parejas acaban por odiarse mutuamente.
El Venerable Luis llama a esta pasión, tirana y señora. Dice que es veneno de las almas, el disparate de la vejez y la locura de la juventud. Si la dignidad del hombre depende de su razón y libre albedrío, entonces el permitir que esta tirana oscurezca la razón y esclavice la voluntad es fatal, porque cuando permitimos que esto suceda, descendemos al nivel de las bestias.
El venerable Luis nos dice que pocos se dan cuenta de la gran cantidad de seres humanos que están esclavizados por la carne. Qué grande, dice, debe ser el castigo de quienes permiten que su noble razón siga los dictados de su carne. Dice que el hombre justo ora para ser liberado de los deseos desordenados. Salomón, que una vez fue el más sabio de los hombres, permitió que su razón fuera víctima de la carne y llegó hasta a construir ídolos para sus compañeros pecadores.
Este venerable fraile nos dice que debemos observar lo que una mujer casada arriesga al abandonarse a un amor ilícito. Si su esposo lo descubre podría matarla. Entonces en un momento, perdería su vida, sus hijos, su reputación y su derecho al cielo. Su deshonra caería sobre sus padres, hijos, hermanos y hermanas. Aún así, por amor a esta pasión, ignora todas estas consideraciones. ¡Tal es la esclavitud en que viven los perversos! Esta gratificación de su afecto desordenado solamente crea más pasiones y, a la larga, muchas parejas acaban por odiarse mutuamente.
El Venerable Luis llama a esta pasión, tirana y señora. Dice que es veneno de las almas, el disparate de la vejez y la locura de la juventud. Si la dignidad del hombre depende de su razón y libre albedrío, entonces el permitir que esta tirana oscurezca la razón y esclavice la voluntad es fatal, porque cuando permitimos que esto suceda, descendemos al nivel de las bestias.
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