Nota 137
Notas de Ella Boudreaux Mayo tomadas de
THE COMPLETE WORKS OF SAINT JOHN OF THE CROSS
[LAS OBRAS COMPLETAS DE SAN JUAN DE LA CRUZ]
Por San Juan de la Cruz
Este libro traducido del Español original al Inglés por E. Allison Peers.
Contemplación Infusa
Notas de Ella Boudreaux Mayo tomadas de
THE COMPLETE WORKS OF SAINT JOHN OF THE CROSS
[LAS OBRAS COMPLETAS DE SAN JUAN DE LA CRUZ]
Por San Juan de la Cruz
Este libro traducido del Español original al Inglés por E. Allison Peers.
Contemplación Infusa
El autor nos dice que de aquellos que están en una jornada espiritual, usando su propio método, no se espera que entiendan la razón de las renunciaciones recomendadas por San Juan de La Cruz. Sin embargo, al practicarlas, sus enseñanzas los llevan a su meta, Dios mismo, y entonces se dan cuanta qué tan necesarias eran esas renunciaciones drásticas. Tampoco pueden entender la Contemplación infusa o la Unión con Dios hasta que Dios les haya dado alguna experiencia de esto y para tener alguna experiencia de esto, deben seguir el único camino a ello.
San Juan nos dice que primero, Dios nos trae a la perfección por medio de los sentidos, lo que todos podemos entender. El espíritu Santo comienza con los sentidos exteriores y lentamente nos trae a los sentidos interiores o espirituales. Primero perfecciona nuestros sentidos exteriores por medio de buenos sermones. Nos inspira a mortificar el paladar por el ayuno, luego a mortificar los otros sentidos corporales (olfato, vista, tacto y oído), eliminando drásticamente de cada sentido lo que no es necesario para el Cielo. Según avanzamos en este camino, el Espíritu Santo generalmente da perfumes dulces, sentimientos espirituales y otros deleites como estímulos, pero no debemos descansar en ellos. Debemos confiar en la fe sola.
Nos dice que el Espíritu Santo nos guía al interior dándonos inspiraciones de meditaciones y grandes afectos por Dios sólo. Cuando por fin el alma se llena con ellos, El puede iluminarla por medio de visiones imaginarias sobrenaturales, por donde el alma (entendimiento, memoria y voluntad) se beneficia en gran medida si nos negamos cualquier placer del sentido en ellas. Eventualmente, en el momento adecuado, Dios convierte los beneficios espirituales que se fueron construyendo lentamente en el alma por medio de los afectos, en un hábito de conocimiento amoroso en la voluntad. Esta nueva experiencia de conocimiento amoroso es oscura y general; apenas perceptible al principio. No es el conocimiento como lo entendemos, sino un conocimiento sobrenatural, que las palabras humanas no pueden describir. Es Contemplación infusa, en que amamos a Dios de una manera nueva, espiritualmente, sin el esfuerzo de las facultades, porque ahora amamos con el amor de Dios. “Cuando yo era niño, hablaba como niño, sentía como niño, razonaba como niño. Cuando he llegado a ser hombre, me he desprendido de las cosas de niño.” (1Cor. 13:11).
Mucho lamenta San Juan que el alma con sus facultades de entendimiento, memoria y voluntad tiene capacidad infinita para lo espiritual, sin embargo, deben dársele consuelos transmitidos por los sentidos a causa del bajo grado de su espiritualidad.
San Juan nos dice que primero, Dios nos trae a la perfección por medio de los sentidos, lo que todos podemos entender. El espíritu Santo comienza con los sentidos exteriores y lentamente nos trae a los sentidos interiores o espirituales. Primero perfecciona nuestros sentidos exteriores por medio de buenos sermones. Nos inspira a mortificar el paladar por el ayuno, luego a mortificar los otros sentidos corporales (olfato, vista, tacto y oído), eliminando drásticamente de cada sentido lo que no es necesario para el Cielo. Según avanzamos en este camino, el Espíritu Santo generalmente da perfumes dulces, sentimientos espirituales y otros deleites como estímulos, pero no debemos descansar en ellos. Debemos confiar en la fe sola.
Nos dice que el Espíritu Santo nos guía al interior dándonos inspiraciones de meditaciones y grandes afectos por Dios sólo. Cuando por fin el alma se llena con ellos, El puede iluminarla por medio de visiones imaginarias sobrenaturales, por donde el alma (entendimiento, memoria y voluntad) se beneficia en gran medida si nos negamos cualquier placer del sentido en ellas. Eventualmente, en el momento adecuado, Dios convierte los beneficios espirituales que se fueron construyendo lentamente en el alma por medio de los afectos, en un hábito de conocimiento amoroso en la voluntad. Esta nueva experiencia de conocimiento amoroso es oscura y general; apenas perceptible al principio. No es el conocimiento como lo entendemos, sino un conocimiento sobrenatural, que las palabras humanas no pueden describir. Es Contemplación infusa, en que amamos a Dios de una manera nueva, espiritualmente, sin el esfuerzo de las facultades, porque ahora amamos con el amor de Dios. “Cuando yo era niño, hablaba como niño, sentía como niño, razonaba como niño. Cuando he llegado a ser hombre, me he desprendido de las cosas de niño.” (1Cor. 13:11).
Mucho lamenta San Juan que el alma con sus facultades de entendimiento, memoria y voluntad tiene capacidad infinita para lo espiritual, sin embargo, deben dársele consuelos transmitidos por los sentidos a causa del bajo grado de su espiritualidad.
Derechos de Autor, Copyright © 2015 & 2016
- John of the Cross, Saint [San Juan de la Cruz], The Complete Works of Saint John of the Cross, Volme I [Las Obras Completas de San Juan de la Cruz Volumen I], traducido y editado por E. Allison Peers, Maryland; The Newman Press. reimpreso en 1957.
- John of the Cross, Saint [San Juan de la Cruz], The Complete Works of Saint John of the Cross, Volme II & III [Las Obras Completas de San Juan de la Cruz Volumen II], traducido y editado por E. Allison Peers, Maryland; The Newman Press. reimpreso en 1953.