Nota 67
Notas de Ella Boudreaux Mayo tomadas de
TREATISE ON THE LOVE OF GOD - The Works of this Doctor of the Church
[TRATADO SOBRE EL AMOR DE DIOS - Las Obras de este Doctor de la Iglesia]
Por San Francisco de Sales
Este santo Obispo de Génova dejó escritos, cartas y otras obras que han
sido manantiales de luz para innumerables personas. Traducido del
francés antiguo por el Reverendo Henry Benedict Mackey, O.S.B.
Clases de Afectos
Notas de Ella Boudreaux Mayo tomadas de
TREATISE ON THE LOVE OF GOD - The Works of this Doctor of the Church
[TRATADO SOBRE EL AMOR DE DIOS - Las Obras de este Doctor de la Iglesia]
Por San Francisco de Sales
Este santo Obispo de Génova dejó escritos, cartas y otras obras que han
sido manantiales de luz para innumerables personas. Traducido del
francés antiguo por el Reverendo Henry Benedict Mackey, O.S.B.
Clases de Afectos
Este santo continúa preparándonos para el tratado que sigue al Libro I. Nos dice que los afectos vienen de la facultad razonable, la voluntad; y las pasiones (miedo, dolor y alegría) vienen de los sentidos o apetito sensual [concupiscencia]. Dice que a veces nuestra voluntad aborrece el placer en que nuestros apetitos se deleitan. Esta es una guerra entre el espíritu y la carne, entre el exterior que está bajo los sentidos y el interior que está bajo la razón; entre el Adán antiguo que siguió a Eva [concupiscencia] y el nuevo Adán que sigue a la razón santa.
Nos dice que hay afectos naturales, tal y como el deseo por la salud. Hay afectos adquiridos por los razonamientos de las ciencias. Hay afectos adquiridos de los principios de la fe, los cuales son llamados razonables. Hay afectos adquiridos de la simple verdad de Dios y son llamados Cristianos. Además hay afectos del grado supremo llamados divinos y sobrenaturales, porque Dios mismo los pone en nosotros; y estos afectos consideran a Dios sin el medio de ningún razonamiento.
El santo nos dice que la voluntad gobierna sobre todas las facultades del alma, pero cuando ama, entonces el amor domina. El amor de Dios es el mayor amor, pero nuestra voluntad no puede concebir este amor divino, a menos que nos sea dado por el Espíritu Santo y si nos lo da, El reina sobre nuestros afectos. Este amor divino está en la región más sublime del alma y todas las facultades del alma le obedecen. Sin embargo, gobierna con dulzura y a nadie violenta.
Nos dice que hay afectos naturales, tal y como el deseo por la salud. Hay afectos adquiridos por los razonamientos de las ciencias. Hay afectos adquiridos de los principios de la fe, los cuales son llamados razonables. Hay afectos adquiridos de la simple verdad de Dios y son llamados Cristianos. Además hay afectos del grado supremo llamados divinos y sobrenaturales, porque Dios mismo los pone en nosotros; y estos afectos consideran a Dios sin el medio de ningún razonamiento.
El santo nos dice que la voluntad gobierna sobre todas las facultades del alma, pero cuando ama, entonces el amor domina. El amor de Dios es el mayor amor, pero nuestra voluntad no puede concebir este amor divino, a menos que nos sea dado por el Espíritu Santo y si nos lo da, El reina sobre nuestros afectos. Este amor divino está en la región más sublime del alma y todas las facultades del alma le obedecen. Sin embargo, gobierna con dulzura y a nadie violenta.
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