Nota 98
Notas de Ella Boudreaux Mayo tomadas de
THE CRUCIBLE OF LOVE
[EL CRISO DE AMOR]
Por E. W. Trueman Dicken
Fue vicario de Caunton y Maplebeck (dos aldeas en el interior de Inglaterra). Este libro
es un estudio del misticismo de San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús. Traducido
de las obras en español de ambos autores e incluye algunas traducciones de sus citas.
El Control de las Pasiones
Notas de Ella Boudreaux Mayo tomadas de
THE CRUCIBLE OF LOVE
[EL CRISO DE AMOR]
Por E. W. Trueman Dicken
Fue vicario de Caunton y Maplebeck (dos aldeas en el interior de Inglaterra). Este libro
es un estudio del misticismo de San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús. Traducido
de las obras en español de ambos autores e incluye algunas traducciones de sus citas.
El Control de las Pasiones
Para ayudarnos a pasar más allá de la Oración de Quietud, San Juan nos habla del esfuerzo de la voluntad que es necesario para controlar las pasiones. Algunos cristianos pueden escandalizarse al saber que la “alegría” y la “esperanza” se encuentran entre las pasiones que la voluntad debe mantener bajo su control. Dice que la “alegría” es el deleite en placeres corporales animales. “Esperanza” es la anticipación de placeres futuros. “Miedo” es la expectativa de alguna desdicha por venir y “dolor” es la pena involuntaria resultante de alguna lesión o privación.
Las sugerencias siguientes han sido tomadas de varios recursos:
Cuando hay alegría en el excesivo deleite animal del placer carnal, forzar la voluntad a volver a María inmediatamente. Nuestra Madre Inmaculada nunca deja de ayudar a sus hijos. No nos fijamos en el placer. Nos fijamos en María.
Cuando hay anticipación de algún placer futuro (esperanza), olvidar el pasado y el futuro. La esperanza está ahí, pero no debemos fijarnos en ella.
Cuando hay ‘miedo’ de algún sufrimiento esperado, olvidar el pasado y el futuro y mantenerse ocupado con las obligaciones del momento. El temor está ahí, pero no debemos fijarnos en él.
Cuando hay ‘dolor’ debemos olvidar el pasado y el futuro y aceptar la obligación presente. La aflicción está ahí pero no debemos fijarnos en ella. Debemos aceptar el sufrimiento. María lo aceptó.
Las sugerencias siguientes han sido tomadas de varios recursos:
Cuando hay alegría en el excesivo deleite animal del placer carnal, forzar la voluntad a volver a María inmediatamente. Nuestra Madre Inmaculada nunca deja de ayudar a sus hijos. No nos fijamos en el placer. Nos fijamos en María.
Cuando hay anticipación de algún placer futuro (esperanza), olvidar el pasado y el futuro. La esperanza está ahí, pero no debemos fijarnos en ella.
Cuando hay ‘miedo’ de algún sufrimiento esperado, olvidar el pasado y el futuro y mantenerse ocupado con las obligaciones del momento. El temor está ahí, pero no debemos fijarnos en él.
Cuando hay ‘dolor’ debemos olvidar el pasado y el futuro y aceptar la obligación presente. La aflicción está ahí pero no debemos fijarnos en ella. Debemos aceptar el sufrimiento. María lo aceptó.
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